En el municipio de San Juan Chamula, Chiapas, en la comunidad de El
Crucero, un grupo de 15 jefas de familia cultiva 200 árboles frutales.
15 jefas de familia con el apoyo
de CENADIN, se capacitaron y emprendieron el cultivo de árboles frutales, entre
los que destacan el durazno, la manzana, el aguacate… a través de esta
iniciativa, obtendrán frutas para mejorar la alimentación de sus familias; y
además, a mediano plazo, producirán conservas y mermeladas que les permitirán
obtener un ingreso económico.
Hongos comestibles, una rica fuente de proteínas.
El mismo grupo de jefas de
familia de El crucero, capacitado por CENADIN, cultiva hongos comestibles en un
micro invernadero, de tal manera que obtienen para su consumo familiar una rica
fuente de proteínas. Esto es importante porque los hongos contienen en base
seca 35% de proteínas, dato significativo si se les compara con el 25.2% de la
leche y el 19.4% de la carne de res. Los excedentes de los hongos se venden en
los mercados cercanos, lo que les representa un ingreso económico.
Comunidad de Yashanal, municipio de Tenejapa, Chiapas, por el mismo camino.



Para producir hongos comestibles,
utilizan pacas de paja que se pasteurizan y que sirve como sustrato para el
cultivo de hongos comestibles. La paja, cuando ya no es útil en la producción
de hongos, se integra a un proceso de lombricomposteo para producir abono
orgánico, a este abono se le llama humus, que sirve para cultivar hortalizas y
árboles frutales. Tanto la producción de frutas, hortalizas y hongos
comestibles forman una cadena virtuosa donde se reutilizan los desechos
orgánicos, se conserva el medio ambiente, y se recuperan los suelos para la
actividad agrícola.
Capacitar a 30 jefas de familia
representa un beneficio directo para al menos 150 personas, que ahora producen
sus propios alimentos, y trabajan para crear mejores condiciones de vida para
ellas y sus familias.
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